En Abril de 2002 fue desarrollado el proyecto HDMI aunque si bien es cierto que su implantación no se estandarizó hasta bien entrado el 2003. Es por ello que, diez años después, podemos hacer balance del valor que esta nueva tecnología ha aportado a nuestras vidas, a nivel de ocio familiar o bien como herramienta de trabajo.
Los fundadores del cable hdmi engloban empresas como Hitachi, Sony, Silicona Image, Thomson o Toshiba entre otras. Y también determinante fue el apoyo de grandes productoras de cine como Fox, Universal, Warner Bros y Disney.
El salto a la alta definición requería de un nuevo cable que soportara e integrara audio y vídeo en uno solo elemento. Además, debía ser capaz de transmitir los datos para alta definición HD de vídeo y audio digital multicanal. El cableado debía adaptarse a las nuevas televisiones, monitores, cámaras y, a su vez, tipos de retransmisiones televisivas o reproducciones de películas, series o documentales a través de Blu-Ray cuando este apareció y ganó su personal batalla frente al HD-DVD.
No en vano, la gran campaña publicitaria del cable hdmi llegó entre 2005 y 2006 con la llegada de la nueva generación de consolas a través de Xbox 360 y PS3. La comunidad jugona, ávida de tecnología y calidad visual, se lanzó en avalancha hacia la renovación de sus televisores para poder degustar el cambio generacional que no únicamente suponía la capacidad técnica de las respectivas consolas sino, además, el salto visual que la alta definición posibilitaba.
De la mano de Sony, PlayStation 3 se convirtió en uno de los primeros y más completos reproductores de Blu-Ray, siendo este uno de los factores que decantó la balanza del lado de este nuevo sistema que acabaría por tomar el relevo del DVD en lugar del HD-DVD, formato que defendía Xbox 360 a través de Microsoft.
“El salto a la alta definición supuso un cambio comparable al que en su día se dio al pasar de la televisión en blanco y negro a la televisión en color”
Este era el slogan con el que nos vendieron la alta definición en televisores, apoyada para su conectividad a través del cable HDMI. Hoy, pasados 10 años y con el sistema totalmente implantado en nuestros hogares, nos podemos preguntar. ¿Ha sido así? ¿Hemos visto satisfecho y justificado el “hype” que se nos generó en su día con el aterrizaje del mundo HD?
Para ello hagamos un pequeño ejercicio de comparación. La mayoría tenemos en nuestros televisores dos versiones de un mismo canal, la versión HD y la antigua versión sin alta definición. ¿Habéis hecho el juego de pasar de una a otra y comprobar las diferencias? En todos los casos estaremos pensando “¿antes veíamos la televisión tan mal? ¡Se ve muy borroso!”
Ahí tenemos la respuesta, la alta definición ha entrado en nuestras vidas y no exigiremos otra cosa que no sea mejorarla. HD y HDMI son dos términos que han ido de la mano en los últimos años y parece que tienen en su conectividad y posibilidades las claves del futuro del mundo audiovisual.
Los fundadores del cable hdmi engloban empresas como Hitachi, Sony, Silicona Image, Thomson o Toshiba entre otras. Y también determinante fue el apoyo de grandes productoras de cine como Fox, Universal, Warner Bros y Disney.
El salto a la alta definición requería de un nuevo cable que soportara e integrara audio y vídeo en uno solo elemento. Además, debía ser capaz de transmitir los datos para alta definición HD de vídeo y audio digital multicanal. El cableado debía adaptarse a las nuevas televisiones, monitores, cámaras y, a su vez, tipos de retransmisiones televisivas o reproducciones de películas, series o documentales a través de Blu-Ray cuando este apareció y ganó su personal batalla frente al HD-DVD.
No en vano, la gran campaña publicitaria del cable hdmi llegó entre 2005 y 2006 con la llegada de la nueva generación de consolas a través de Xbox 360 y PS3. La comunidad jugona, ávida de tecnología y calidad visual, se lanzó en avalancha hacia la renovación de sus televisores para poder degustar el cambio generacional que no únicamente suponía la capacidad técnica de las respectivas consolas sino, además, el salto visual que la alta definición posibilitaba.
De la mano de Sony, PlayStation 3 se convirtió en uno de los primeros y más completos reproductores de Blu-Ray, siendo este uno de los factores que decantó la balanza del lado de este nuevo sistema que acabaría por tomar el relevo del DVD en lugar del HD-DVD, formato que defendía Xbox 360 a través de Microsoft.
“El salto a la alta definición supuso un cambio comparable al que en su día se dio al pasar de la televisión en blanco y negro a la televisión en color”
Este era el slogan con el que nos vendieron la alta definición en televisores, apoyada para su conectividad a través del cable HDMI. Hoy, pasados 10 años y con el sistema totalmente implantado en nuestros hogares, nos podemos preguntar. ¿Ha sido así? ¿Hemos visto satisfecho y justificado el “hype” que se nos generó en su día con el aterrizaje del mundo HD?
Para ello hagamos un pequeño ejercicio de comparación. La mayoría tenemos en nuestros televisores dos versiones de un mismo canal, la versión HD y la antigua versión sin alta definición. ¿Habéis hecho el juego de pasar de una a otra y comprobar las diferencias? En todos los casos estaremos pensando “¿antes veíamos la televisión tan mal? ¡Se ve muy borroso!”
Ahí tenemos la respuesta, la alta definición ha entrado en nuestras vidas y no exigiremos otra cosa que no sea mejorarla. HD y HDMI son dos términos que han ido de la mano en los últimos años y parece que tienen en su conectividad y posibilidades las claves del futuro del mundo audiovisual.